El Gobernador de Nariño Camilo Romero le reclamó al Presidente Santos por no permitir que los gobernadores del Pacífico hablen en rendición de cuentas de Infraestructura. Al término de esta jornada, el mandatario regional también lamentó la consecuencia que implica la decisión del Gobierno ecuatoriano de no continuar como país garante en los diálogos con el ELN. Aseguró que la misma es apenas entendible debido a que están sufriendo el dolor y los estragos de una guerra que no les pertenece.
Un duro reclamo al presidente Juan Manuel Santos hizo el Gobernador de Nariño, Camilo Romero, luego de que en la tercera jornada de Revolución de la Infraestructura, adelantada en Cali, se impidiera la intervención del mandatario departamental y de sus homólogos de Cauca, Chocó y Valle.
Para el mandatario regional se trata de un muy mal mensaje en momentos en que el Pacífico, sus comunidades, víctimas y dignatarios, reclaman ser escuchados frente a los grandes debates y problemas del país.
“Esperábamos intervenir y tener un minuto de silencio por las víctimas de nuestro departamento y del pueblo hermano del Ecuador caídos en una guerra que continúa en Nariño y la respuesta a eso fue el silencio al gobernador, porque nos trajeron aquí como unos adornos, como unos floreros, cuando estábamos programados para hablar 5 minutos en la agenda acordada”, aseguró el gobernador.
Enfatizó que el pueblo de Nariño ha seguido pagando con vidas el costo de una paz que aún no ha llegado al territorio pese a cumplirse más de un año de implementación del acuerdo suscrito en La Habana y ratificado en el teatro Colón, entre el Gobierno y las Farc.
Señaló que precisamente el recrudecimiento del conflicto ha disparado la tasa de homicidios en el departamento. A corte de la primera semana de este mes, se registraban 104 asesinados, 32 más que en el mismo periodo del año anterior.
El mandatario recalcó además que esta realidad que hoy sacude a Tumaco y Nariño, y que ha traspasado las fronteras costándole la vida a 7 ciudadanos ecuatorianos, entre ellos a los tres integrantes del equipo periodístico del diario El Comercio, son la demostración que la guerra persiste en el territorio y que urge una acción diferenciada del Estado en el que prevalezca la atención integral.
Frente a la decisión del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, de no permitir que su país siga siendo escenario de los diálogos de paz entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla del ELN, el Gobernador de Nariño dijo que se trató de un hecho comprensible: “Fuimos inferiores al reto de construir nuestra propia paz y lo que hicimos fue entregar a Ecuador parte de la guerra que no le pertenece. Ellos nos ayudaban a construir nuestra paz y nosotros le entregamos nuestra guerra”.