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Con el liderazgo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible, estas comunidades cuentan con energía amigable con el planeta través de la instalación de paneles solares. La iniciativa avanza a lo ancho y largo del departamento, desde Sucumbíos, en límites con Putumayo, hasta la costa Pacífica nariñense.

El sueño de cientos de familias nariñenses, de zonas remotas y selváticas del departamento, de contar con energía, ya es una realidad gracias a un proyecto impulsado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible que ha permitido aprovechar los rayos del sol a través de paneles.

Esta propuesta, en convenio con la empresa de servicios públicos Empuleg, busca impactar a todas las subregiones, produciendo energía con exclusión de cualquier contaminación y de todos los residuos peligrosos para nuestro planeta haciendo de Nariño un sello verde.

“Las energías renovables son una puesta muy clara de este gobierno con el fin de consolidar un territorio que le apunta al crecimiento verde de nuestras comunidades”, afirmó John Maya González, Subsecretario de Gestión Ambiental y Crecimiento, quien detalló los múltiples lugares que han sido favorecidos con esta apuesta por el cuidado del planeta.

“Hemos estado desde el piedemonte costero, hasta la selva paramazónica. También trabajamos en la localidad de Sucumbíos, de Ipiales, en Taminango,  Tumaco y el Sanquianga, todo esto con el fin de implementar estas soluciones energéticas totalmente amigables con el ambiente y solventar una necesidad básica de la gente como es la energía”, afirmó el funcionario.

Recalcó que adicionalmente de la energía instalada se proporciona una capacitación a las personas de las comunidades como técnicos y profesores con el fin de transferir el conocimiento de mantenimiento y operación de los equipos y concienciar a las localidades del uso racionable de la energía eléctrica para mitigar los efectos ambientales fortaleciendo el uso sostenible de los recursos naturales.

A su turno, las comunidades explicaron cómo ha cambiado su vida de la mano de estos sistemas fotovoltaicos que han llegado a las regiones de la mano del empeño del gobierno departamental.

“Con el entorno que hemos vivido con el conflicto armado hemos visto muchas dificultades en nuestras comunidades, por eso nos alegra que se hayan acordado de nosotros. Estamos muy satisfechos con los paneles solares que son alternativos y de beneficio por ejemplo para los jóvenes que quieren aprender, manejar sistemas. Acá se había dotado de computadores, pero no teníamos energía, pero a través de esta alternativa vemos que ellos ya pueden estar en las mismas condiciones que en otras partes. Esta también es una opción para seguir cuidando nuestro ambiente”, resaltó Francisco González, representante e integrante de la comunidad indígena Eperara Siapidara.